El contrato de alquiler es la base de toda la actividad para inquilinos y propietarios. Antes de firmarlo, hay que estar de acuerdo con cada uno de los puntos que recoge con el fin de resolver problemas en el futuro.
Sin embargo, algunos contratos de alquiler no especifican quién debe hacerse cargo de algunos gastos. En este artículo aclaramos, por norma general, a qué parte corresponden cada uno.
Propietarios
Si en el contrato de alquiler no se establece lo contrario, el arrendador deberá hacerse cargo de los gastos relacionados con la propiedad: IBI (Impuestos de Bienes e Inmuebles), comunidad, seguro de la vivienda y seguro de mantenimiento (si los hay).
En el caso de averías y reparaciones, el propietario deberá asumir los costes de aquellos desperfectos superiores a 150 € provocados por el desgaste habitual o el paso del tiempo, para que la vivienda cumpla con los requisitos necesarios para su habitabilidad (a no ser que se demuestre que el causante de la avería es el inquilino). En este apartado entran electrodomésticos, mobiliario, etc. que sean propiedad del arrendador.
También debe hacerse cargo del mantenimiento de la instalación eléctrica, tuberías, etc.
Inquilinos
El arrendatario debe encargarse de todas las facturas que pueden medirse con contadores individuales (agua, luz, gas, teléfono, internet, etc.) y el ITP (Impuestos de Transmisiones Patrimoniales).
También debe abonar los gastos derivados de las pequeñas averías o reparaciones menores a 150 euros por el uso cotidiano (bombillas, correa de una persiana…).
Por otra parte, el inquilino debe cubrir los gastos de los elementos que hayan sido rotos o dañados por él.
Multas y accidentes
Existen otros casos en los que inquilinos y propietarios deberán responder a ciertos gastos:
Multas. El casero deberá abonar las multas que se refieran a la vivienda o elementos de su propiedad. Como podría ser la colocación incorrecta de un aparato de aire acondicionado, si es suyo.
Por otro lado, el inquilino tendrá que ocuparse de las multas que sean su responsabilidad. Por ejemplo, si ha sido denunciado por cuestiones de ruido o insalubridad.
Accidentes. Si se producen accidentes en la vivienda que den lugar a desperfectos graves (por ejemplo, causados por un mal temporal), deberá responsabilizarse el propietario o la comunidad.
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