La morosidad hipotecaria tras la COVID-19: un contratiempo que no alterará la estabilidad del sector financiero, según Tecnotramit.
“Las entidades financieras ya aprendieron la lección tras la crisis de 2008, con lo que hoy el análisis de riesgo en la concesión de hipotecas es mucho menos laxo”, remarca Vicenç Hernández Reche, CEO de Tecnotramit.
Las tasas de morosidad han bajado considerablemente desde el fin de la crisis del 2008. Mientras en 2013 los créditos dudosos ascendían a casi 33.000 millones de euros, en 2019 acabó con créditos dudosos de 15.434 millones de euros, cerca de la mitad.

Junio 2020 – El sector
financiero afronta la nueva crisis global derivada por la COVID-19 con la
lección aprendida. Al menos, en lo que a hipotecas se refiere, “el análisis de riesgo de las
entidades ha dejado de ser tan laxo durante los últimos años”,
remarca Vicenç
Hernández Reche, CEO de Tecnotramit.
Una medida que tiene relación directa con la crisis financiera del 2008, donde
la morosidad hipotecaria fue el talón de Aquiles de un gran número de bancos y
cajas de ahorros nacionales.
Tras el parón forzado obligado por la pandemia, las entidades financieras están
“centrando su atención
en la gestión de las moratorias hipotecarias, donde muchas de ellas las están
llevando a cabo en condiciones mejores que las establecidas por el Gobierno”,
apunta Hernández Reche.
El CEO de Tecnotramit destaca, igualmente, la labor social del sector: “Las entidades son conscientes que
se juegan un papel importante en la gestión reputacional de su actividad y se
están volcando en ayudar a sus clientes”. Y apunta a que “los intereses ya son muy bajos,
con lo que la diferenciación está viniendo de las condiciones de vinculación”.
Recuperación
económica, la clave en cuanto a la evolución de los índices de morosidad
“La banca, en la
actualidad, tras el proceso de saneamiento que está haciendo desde hace años,
puede afrontar esta crisis”, asegura David Viladecans Jiménez,
director de Asesoría Jurídica de Tecnotramit.
Y esta apreciación está relacionada con la evolución del endeudamiento y de las
tasas de morosidad.
“Las tasas de mora han
bajado considerablemente desde el fin de la crisis de 2013. Así, ese año se
habían concedidos créditos hipotecarios para adquisición de vivienda por valor
568.699 millones de euros, mientras que los créditos dudosos ascendían a 32.491
millones de euros (tasa del 5,71%). En cambio, el 2019 acabó con créditos
hipotecarios para adquisición de vivienda por 483.473 millones de euros,
mientras que los dudosos ascendían a 15.434 (tasa del 3,19%)”,
detalla Viladecans Jiménez.
“Ahora bien, es evidente que, si la crisis se cronifica y si no hay una
recuperación de la economía, la mora subirá. Con 1000 euros de paro, que
a los 6 meses se reduce, es difícil poder atender los compromisos de pago y
además poder pagar los suministros básicos, pagar ropa y comida. Si la gente no
recupera trabajo y sueldos, se resentirá todo, en especial el consumo interno,
con la consecuente pérdida de tejido empresarial y puestos de trabajo, y ello
repercutirá en la mora”, analiza el letrado.
Por tanto, la clavé estará en la recuperación económica y sus tiempos. “Y las medidas paliativas no son
más que eso, paliativas. Pero la curación sólo está en la recuperación
económica. Y evidentemente la banca se resentirá si no hay una recuperación
económica seria en medio plazo. Y hay que ser conscientes que lo peor, en términos
económicos, aún está por venir”.
“Las hipotecas fijas
tienen mucho atractivo, pero para personas con ingresos altos”
Respecto a la preferencia por el préstamo hipotecario a tipo fijo o variable,
Hernández Reche es claro: “No
hay una opción mejor que la otra, dependerá de nuestro perfil y tolerancia al
riesgo”.
“Actualmente las
hipotecas fijas tienen unas condiciones muy atractivas, pero están destinadas a
personas con ingresos más altos ya que acostumbran a tener plazos más cortos e
intereses más altos por lo que la cuota mensual es más elevada. Además,
penalizan más el cambio ya que tienen una comisión de amortización anticipada
superior al de una hipoteca variable”, agrega.
Asimismo, la oferta hipotecaria es amplia y, en los últimos años, han entrado
en juego empresas autorizadas por Banco de España con capacidad para dar
financiación a tipos de interés competitivos.
Soluciones más
“imaginativas” para atraer a los jóvenes
Con la vista puesta en el futuro a medio plazo, Hernández Reche prevé que el
efecto de la COVID-19 en el mercado hipotecario “irá muy ligado a la evolución de la situación
económica, pero se deberán crear soluciones más imaginativas para financiar la
vivienda a un segmento de la población joven con poca predisposición a la propiedad
y una capacidad de ahorro baja”.
En este sentido, “el
universo fintech y proptech está aportando soluciones para que gente sin
posibilidad de acceder hoy a una financiación hipotecaria, pero con capacidad
potencial de ahorro pueda encontrar una solución para establecer la compra
futura de una vivienda”, apunta el dirigente de Tecnotramit.
Colaborador:

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