La pandemia ha arrasado con el mercado inmobiliario en España. En este sentido, la Federación Española de Asociaciones de Viviendas de Apartamentos Turísticos (Fevitur) ha alertado de que el sector acumula una caída de ingresos de más de 500 millones de euros desde la declaración del Estado de alarma. Desde esta organización prevén que el impacto por el parón de la actividad alcance los 2.900 millones de euros a finales de año.
¿Pero se trata de una situación coyuntural o el coronavirus acabará con el reciente pero fructuoso mercado de los pisos turísticos?
Los pisos turísticos enseguida se constituyeron como un mercado maduro y muy extendido por toda España debido a que esta actividad se encontraba en proceso de regulación y ordenamiento. La regulación estaba normalizando la actividad, pero este patrón ha paralizado la actividad.
Los expertos aseguran que para mejorar la rentabilidad de un arrendamiento de media o larga estancia, los pisos turísticos “tenían que estar más de la mitad del mes alquilados”, asumiendo una serie de gastos añadidos, como luz, gas, wifi y servicio de limpieza, “que no se producen en otras modalidades de arrendamiento”. A esto hay que añadirle el pago de impuestos por lo que el balance económico del alquiler no era tan beneficioso a no ser que los inmuebles sean de ubicación prime con altos índices de ocupación.
Todo esto ha dado lugar al trasvase de oferta de pisos turísticos a otros mercados, sobre todo, al de alquiler residencial de media y larga estancia y al de la venta. El movimiento va de la periferia al centro.
La expansión y duración de la pandemia del coronavirus ha motivado una parálisis en el mercado de los pisos turísticos, que se ha materializado, en opinión de varios expertos, en el trasvase de parte de la oferta dedicada a esta actividad a otras modalidades de arrendamiento más convencionales, como el alquiler de larga y media estancia.
También afirman que el vuelco hacia la oferta residencial se está notando “de fuera hacia dentro, es decir, de la periferia al centro de las grandes ciudades” y en localizaciones con una fuerte presencia de turistas, como es el caso de Canarias.
Las empresas dedicadas al coliving también están notando el interés de los propietarios de pisos turísticos por sumarse a su modelo de negocio.
CEO de la compañía responde a la seguridad que el coliving aporta a los arrendadores en tiempos de crisis, sobre todo en términos económicos.
Los pisos turísticos no van a desaparecer. Se producirá un reajuste de precios para ganar competitividad en 2020, y en 2021 volverán a ser una alternativa de alojamiento a los hoteles.
De cara al futuro, los expertos del sector rechazan que el mercado de los pisos turísticos vaya a desaparecer. Por el contrario, argumentan que este negocio recuperará parte del terreno ganado y se readaptará a la nueva situación. La Asociación Española de Personal Shopper Inmobiliario (AEPSI), adelanta que “va a haber un parón importante de la actividad este verano, ya que la gente reservará casas completas, en el campo o en la playa”. “Este trimestre y el siguiente el mercado de los pisos turísticos sufrirá pérdidas pero de cara a 2021 va a cohabitar con la oferta hotelera”.
Así, desde AEPSI calculan que los márgenes de beneficios de los alojamientos turísticos que permanezcan en el mercado una vez que la pandemia se supere bajarán. También creen que a partir de 2021 se producirá un aumento de precios para recuperar las pérdidas que tendrán lugar este año.
El coronavirus impulsará la implementación de nuevas medidas de seguridad en los pisos turísticos. Los clientes exigirán que todo haya sido desinfectado y que se procure la máxima higiene
En concreto, los expertos señalan que los propietarios de estos inmuebles deberán “asegurar en cada pernoctación que el apartamento ha sido desinfectado”. Para ello, cree que las empresas sacarán “algún tipo de certificado” con el que se pueda demostrar esta condición.
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