Con este Eminencia en lo mejor (1), Baltasar Gracián nos advierte de la necesidad de ser diferente para destacar y ser apreciado por los demás. Algo sorprendentemente nuevo, incluso para nuestra época. Su apreciación es que para el Hombre Prudente, solo hay dos caminos: Diferenciarse… o sobrevivir en el fondo.
Ser lo mejor que se pueda ser
Aforismo 61: Eminencia en lo mejor
Una gran singularidad entre la pluralidad de perfecciones. No puede aver Héroe que no tenga algún extremo sublime: las medianías no son assunto del aplauso. La eminencia en relevante empleo saca de un ordinario vulgar y levanta a categoría de raro. Ser eminente en professión Humilde es ser algo en lo poco; lo que tiene más de lo deleitable, tiene menos de lo glorioso. El excesso en aventajadas materias es como un carácter de soberanía: solicita la admiración y concilia el afecto.
La frase inicial, de carácter lapidario sin duda, podría haber prologado el texto de Jack Trout, un escritor actual de fama mundial, que entre otros magníficos textos ha escrito: Diferenciarse o morir (2). Hoy, todo el mundo acepta que la diferenciación (la gran singularidad entre la pluralidad), es la herramienta decisiva en Marketing y Ventas. El ser percibido como el más rápido, el mejor, el más fiable, el más “lo que sea bien percibido y apreciado” por el público, permite a la empresa posicionarse como el principal actor, desplazar así a sus competidores, y ganar más ventas.
Repare el lector en las ventajas de la diferenciación, en un momento de sobreexceso de inmobiliarias, todas muy parecidas. Sólo los que poseen o alcanzan una gran singularidad entre sus competidores, permanecen.
Además ―«No puede aver Héroe (3) que no tenga algún extremo sublime» Nadie que no posea alguna singularidad, destaca entre sus competidores. Nadie que no sea preeminente en algún aspecto o característica, se diferencia de los que le rodean. Y por eso sin esa faceta extraordinaria, su presencia ―en el mercado y en la vida― no será valorada: ―«las medianías no son assunto del aplauso.»
Ser o estar en una posición mediocre ―ser una medianía, esto es, ser de la media, ser del montón, ser de los que no se distinguen de los demás, no lleva más que a lo poco, a lo vulgar… al fondo del tonel. Por el contrario, ser una eminencia en la tarea que tengamos encomendada, nos saca del fondo, del montón, del lado equivocado de la vía y nos levanta a la categoría de lo raro, de lo escaso, de lo valioso, de lo glorioso. ―«La eminencia en relevante empleo saca de un ordinario vulgar y levanta a categoría de raro.»
Nótese que Gracián no exige al Hombre Prudente la dedicación a lo más sublime, sino a todo aquello a lo que nos podamos dedicar. También pues, en los oficios menos prestigiados, podemos destacar.―«Ser eminente en professión Humilde es ser algo en lo poco;No importa en qué sector de negocio estemos o cuál profesión desempeñemos, pues aún en lo poco, podemos diferenciarnos y destacar.
Finalmente, Gracián nos señala la consecuencia de la posesión de grandes y precisos conocimientos en las materias que interesen en nuestro desempeño o negocio: seremos admirados y deseados por los que solicitan nuestros servicios. El exceso, esto es, la diferencia que poseamos sobre los demás, en aventajadas ―específicas para lo que nosotros pretendemos― materias, es lo que despierta entre el público su deseo hacia nosotros. ―«El excesso en aventajadas materias es como un carácter de soberanía: solicita la admiración y concilia el afecto.»
¡Siga con Salud!
Miguel Villarroya Martín / Madrid/ España/ 1 de agosto 2016. / FrS.017 / ventasgrandes.net
Notas:
(1) Eminencia: Además del título honorífico que desempeña ―Eminencia es el tratamiento que se da a los cardenales de la Iglesia Católica―, aquí debe tomarse como la acción de sobresalir, despuntar, superar, no pasar inadvertido… Con este aforismo, Baltasar Gracián nos anima a ser lo mejor de lo que podamos ser.
(2) El texto de Jack Trout et alt., Diferenciarse o Morir, es imperdible para el lector que quiera sobresalir en el mercado. Véase en Pirámide Ediciones. Madrid 2009. Recomendamos vivamente a todo emprendedor, la adquisición y devoramiento inmediato de este texto. Y a sus autores sugerimos, la referencia a Gracián en próximas ediciones de su obra.
(3) Héroe: Probablemente, hoy, Gracián, hubiese escrito líder empresarial, emprendedor, político, etc., en vez de Héroe.
(4): Este aforismo con sus comentarios, fue publicado hace unos años, en forma más breve, en el número 15 ―Noviembre de 2007―, de mi revista Más y Mejores Ventas Inmobiliaria.
El texto original del aforismo presentado (Aforismo 61: Eminencia en lo mejor) ha sido extraído de la Primera edición del Oráculo Manual y Arte de la Prudencia, de Baltasar Gracián, publicado en Huesca, Aragón, en 1647. Y se presenta con la grafía original. Libro escaneado por Google Books. ( Si Gracián no le resulta conocido al lector o si no lo había leído antes, repare de inmediato esta ausencia y hágase con este texto de Gracián. (Otras de sus obras son de más difícil lectura, pero esta no) Y por supuesto léalo y medite en su sabiduría. Ya se lo he dicho antes pero ahora lo reitero, el venerable y antiguo Gracián, podría pasar por un excelente mentor para los vendedores de hoy. Véase por ejemplo, la edición de Emilio Blanco para CATEDRA. Letras Hispánicas.)
(5) La imagen utilizada, es un fragmento de la que se encuentra en la Wikipedia, la cual, según leemos en ella, se trata de un cuadro de autor anónimo, encontrado en Graus, una localidad y municipio español de la Ribagorza, en la provincia de Huesca. En aquella, figura como imagen de D.P. De esta imagen se ha tomado un fragmento, y pasado por el efecto lápiz de Photofunia. Agradecemos a todos el uso de esta imagen.